« La lectura es, en ese sentido, un acto subversivo… »
En su Historia de la lectura, Alberto Manguel, defiende apasionadamente la lectura como actitud frente al mundo, a través de un recorrido muy personal que cubre seis mil años de escritura (y de lectura). La descripción de cómo se enseñaba y se practicaba la lectura en sus inicios fundamenta las ideas que defiende el autor en las citas propuestas. En esa perspectiva se destaca el paso de la lectura en voz alta a la lectura en silencio (ver Manguel sobre lectura silenciosa).
Acercamiento posible con « Macé sur lecture et vie » y con « Ouaknin sur la lecture« .
« La lección de Cristo, echando a patadas a los mercaderes del templo, es necesaria hoy quizás más que nunca. Hay que volver a echarlos a patadas. Para hacerlo sin violencia física, podemos aprovechar un don que hemos adquirido penosamente en la infancia de nuestras sociedades, cuando aprendimos a nombrar nuestro sorprendente universo : la lectura. Leer puede conducir a razonar, a cuestionar, a imaginar mundos mejores. La lectura es, en ese sentido, un acto subversivo y con ella podemos oponernos a la marea de codicia y estupidez que amenaza con ahogarnos. Ante la amenaza del diluvio, un libro es un arca ». (p.16)
« La verdad es que nuestro poder, como lectores, es universal, y es universalmente temido, porque se sabe que la lectura puede, en el mejor de los casos, convertir a dóciles ciudadanos en seres racionales, capaces de oponerse a la injusticia, a la miseria, al abuso de quienes nos gobiernan ». (p. 17-18)